NUESTRA HISTORIA
Maison Émera nace de una herencia que ha viajado entre dos mundos:
la calidez de España y la sofisticación eterna de Francia.
Aunque la marca es actual, sus raíces se remontan a una familia que pasó gran parte de su vida en París, una ciudad donde la elegancia no es un concepto, sino una forma de vivir. Allí, en un pequeño apartamento parisino lleno de telas, hilos y luz natural, trabajaba mi abuela, una costurera apasionada que creía firmemente en la belleza de los detalles.
Ella no creaba vestidos, creaba emociones.
No cosía prendas, cosía historias.
Cada puntada llevaba paciencia, dedicación y un amor profundo por el arte hecho a mano.
Ese espíritu artesanal, esa sensibilidad estética y ese respeto por el trabajo bien hecho fueron pasando de generación en generación, hasta convertirse hoy en la esencia de Maison Émera.
El nombre Émera proviene de “émeraude”, esmeralda en francés, una gema que simboliza sensibilidad, luz y armonía. Es un homenaje a la delicadeza de mi abuela, a la elegancia parisina ya la idea de que cada mujer tiene un brillo único que merece ser celebrado.
Por eso, en Maison Émera diseñamos joyas que combinan materiales resistentes y de alta calidad —acero inoxidable 316L, baños de oro de 18K y piedras con brillo especial— con un estilo delicado y femenino. Cada pieza está creada para acompañar momentos, conservar recuerdos y expresar personalidad sin necesidad de palabras.
Nuestro objetivo no es simplemente adornar, sino emocionar.
Crea joyas que cuenten historias.
Piezas que se convertirán en parte de quien las lleva.
Maison Émera es una casa hecha de memoria, estética y sensibilidad.
Una marca que honra sus raíces francesas mientras abraza la elegancia moderna.
Bienvenida a Maison Émera.
Aquí, cada joya es un pequeño fragmento de historia.
Y ahora, también puede formar parte de la tuya.